Playa de las Catedrales (Ribadeo)
Era el último día de vacaciones, mes de noviembre y había amanecido lloviendo, pero como buenas asturianas eso no nos echó para atrás y decidimos irnos a pasar el día a la Playa de las Catedrales y alrededores.
En 45 minutos nos presentamos allí (salida 516 de la A-8), aunque cuando íbamos por Luarca apetecía regresar porque llovía a mares y pensábamos: “qué pena que no podamos disfrutar nuestro último día de asueto”. Pero no fue así, el tiempo se alió con nosotras y en cuanto pisamos tierras gallegas, es decir, en cuanto cruzamos el Puente de los Santos, el cielo se tornó gris claro, no nos salió el sol, pero igualmente disfrutamos de lo lindo. Aquí la meteorología cambia mucho en cuanto te mueves unos kilómetros, así que no hay que desesperarse porque no nos haga un día espectacular, el norte tiene muchos matices y el gris es uno de ellos y no por eso feo: la luz te puede dar mucho juego fotográfico.
La marea baja en la playa de las Catedrales era a las 15:30, y como íbamos con tiempo decidimos parar a comer antes. Nos acercarnos a Rinlo, un pequeño pueblo pesquero con un puerto muy peculiar. Se dice que fue un puerto ballenero en sus orígenes, nada de extrañar porque en toda la cornisa cantábrica hay muchos puertos pesqueros que los une la tradición ballenera. Dimos un paseo tranquilamente por la zona del puerto y salimos hacia la zona de las cetáreas: la primera cetárea del pueblo se construyó a principios del siglo pasado aprovechando un canal natural que fue abriendo la erosión del mar sobre las rocas y posteriormente reforzado con muros de mampostería. Es curioso de ver.
Tras la comida nos fuimos muy justitas de tiempo a la Playa de la Catedrales. Recibe este nombre popular por la similitud que tienen las formaciones rocosas con los arbotantes de las catedrales góticas, aunque su nombre real es Playa de Augas Santas.
La playa hay que visitarla con marea baja y es recomendable llegar una hora antes como mínimo para recorrerla más o menos tranquilamente. Hay que tener cuidado con la marea y no despistarse porque si sube no nos quedará otra que mojarnos.
Existe una web [tablademareas.com] para buscar las pleamares y bajamares de Ribadeo así como los coeficientes de marea: un alto coeficiente indica que lo mismo que subirá mucho el mar también bajará, por lo que disfrutaremos más tiempo de la magnitud de estas formaciones rocosas. Mucha gente decide visitarla en verano y fechas señaladas, pero la verdad es que hay épocas en que es mejor no ir porque perderá el encanto. Personalmente algo así no me gusta verlo masificado y en agosto y semana Santa lo normal es que haya que hacer cola para poder bajar.
Se accede a ella por unas escaleras que te llevan hasta la arena y una vez allí tienes como unos 1400 metros que recorrer, entre grietas, pasadizos y galerías que se forman en las rocas de pizarra y esquisto: paseando entre los muros de roca te sentirás insignificante ya que algunos de los arcos que se forman pueden alcanzar los 30 metros de altura.
La singularidad de esta playa está en las formaciones geológicas que son el resultado de la erosión marina y eólica sobre el acantilado, un proceso que continua activo en la actualidad. Este monumento natural alberga también importantes valores ecológicos, se identifican 16 hábitats de interés comunitario y especies de flora en peligro de extinción.
Después de visitarla, puedes recorrer la parte superior del acantilado admirando una perspectiva distinta de las formaciones rocosas.
También os recomendamos que no os quedéis solo con esta playa, si no que recorráis todas las playas del alrededor porque todas son dignas de ser visitadas aunque la espectacularidad se la lleve la Playa de las Catedrales. Tenéis la playa de Xuncos, playa de los Castros, playa de Isla y playa de Esteiro entre otras, lo que se conoce como Ruta das Praias y que parte desde Rinlo.
Tras visitar esta playa recordé una frase de Aristóteles: “La Naturaleza nada hace en vano”. Y viendo lugares así, te das cuenta que es verdad.
Nota importante a tener en cuenta para los que deseen visitar la Playa de las Catedrales en Verano y Semana Santa: El Consejo de Gobierno de la Xunta de Galicia aprobó el 12 de junio del 2015, el plan de conservación del monumento natural de la playa de As Catedrais. El aspecto más destacado del plan es que implica un límite en el acceso de visitantes, de modo que a partir del 1 de julio, hasta finales de septiembre, y en Semana Santa, podrán bajar a la playa un máximo de 4.812 personas que previamente deberán obtener un pase.
Las entradas se podrán obtener en: [Aquí para sacar la entrada]
